Aunque la mayoría de las personas asocian la indemnización por atropello con lesiones físicas, la realidad es que también es posible reclamar compensación cuando el accidente no provoca daños corporales. Un atropello sin lesiones puede generar daños materiales, perjuicios económicos e incluso daño moral o psicológico que la ley reconoce y que pueden ser indemnizables. En este artículo te explicamos en qué casos puedes reclamar, qué pruebas necesitas y cómo actuar para que la aseguradora no minimice tu caso.
¿Es posible reclamar una indemnización si no hay lesiones físicas?
Sí. La ley reconoce que en un atropello sin lesiones físicas pueden producirse otros daños igualmente indemnizables. Aunque no haya fracturas, contusiones o heridas, el accidente puede generar pérdidas económicas, daños materiales o afectaciones psicológicas que deben ser compensadas.
Entre los casos más habituales en los que sí procede reclamar se encuentran:
Daños a objetos personales como ropa, gafas, teléfonos o bolsos.
Roturas o desperfectos en bicicletas, motocicletas o vehículos implicados.
Gastos imprevistos derivados del accidente, como transporte alternativo o reparaciones urgentes.
Estrés, ansiedad o miedo a circular nuevamente por la vía.
Tipos de daños que se pueden reclamar en un atropello sin lesiones
Daños materiales: incluyen cualquier pertenencia dañada en el accidente, como ropa, calzado, dispositivos electrónicos, bicicleta o vehículo.
Gastos derivados del accidente: facturas de reparación, tickets de transporte público, alquiler de vehículo o cualquier gasto directamente relacionado con el siniestro.
Daño moral o psicológico: situaciones como ansiedad, insomnio o miedo a caminar o circular por la zona del accidente, acreditadas mediante informe psicológico, también pueden ser indemnizadas.
Documentación necesaria para justificar la reclamación
Atestado policial o parte amistosa: documento oficial que acredita cómo ocurrió el accidente y quién fue el responsable.
Fotografías, vídeos y facturas: sirven como prueba de los daños materiales y de las circunstancias del accidente.
Declaraciones de testigos y posibles peritajes: aportan credibilidad y respaldo técnico a la reclamación, especialmente en casos donde la aseguradora discute los daños.
Cómo reclamar una indemnización en estos casos
Tras el accidente, reúne toda la documentación: atestado policial o parte amistosa, fotografías, facturas y testigos. Preséntala junto con tu reclamación formal a la aseguradora del responsable, detallando todos los daños y gastos ocasionados.
El plazo general para reclamar una indemnización por atropello es de un año desde la fecha del accidente o desde que se cuantifican los daños. Superar este plazo puede hacer que pierdas el derecho a compensación.
Un abogado experto en accidentes de tráfico conoce el baremo, sabe qué conceptos incluir y cómo defender tu reclamación para evitar que la aseguradora minimice tu caso. Además, se encarga de toda la negociación y, si es necesario, lleva el caso a juicio.
Errores comunes que pueden reducir tu indemnización
No conservar pruebas suficientes: sin documentación, fotos o testigos, la aseguradora puede negar o reducir el pago.
Aceptar la primera oferta de la aseguradora: suele ser inferior a la cantidad que realmente corresponde según la ley.
Presentar la reclamación fuera de plazo: perder el límite legal significa renunciar al derecho a reclamar.
Conclusión
Reclamar una indemnización por atropello sin lesiones es posible y puede compensar gastos y daños que, aunque no sean físicos, sí afectan a tu economía y bienestar. La clave está en documentar todo correctamente, actuar dentro de los plazos y contar con el apoyo de un abogado especialista en accidentes de tráfico que defienda tus derechos frente a la aseguradora y consiga la compensación que mereces.
